Hola! Soy el cuaderno de clase y les voy a contar una pequeña historia.
Soy la evolución de aquella pizarrita que llevaban tus bisabuelos a la escuela, allá por los años 30, pero qué pasaba: lo que se escribía se perdía, se borraba para hacer otro dibujo y para hacer otros escritos y no quedaba nada…, pero desde que nacimos nosotros, todo queda.
Bueno. Estoy en el estante de una librería de cualquier ciudad, de cualquier país. Todavía se oye el bullicio de las vacaciones, de las despreocupaciones, de estar sueltos, de estar en familia.
Miro a mis colegas que tengo al lado y pienso: Yo tengo la ventaja que me elijan primero porque por mi tapa impacto!. En ella colocaron al personaje del momento, ese que se ve en las revistas, en la tele, en el cine, que es un juguete, que está en las remeras, bueno, también está en mí.
“Comienzan las clases!”
Más que un aviso parece una sentencia y los papis corren a las librerías a comprar cosas para la escuela. Se inunda el negocio de mis futuros amigos y ahí estoy yo, expectante.
Hay un par de ojazos que me contemplan con embelezo y pienso: ¡Que la vendedora me ofrezca” (y que la mami acceda al pedido) y... se cumplió!
Estoy en la mochila listo para empezar.
Quisiera llegar en sueño a todos los integrantes de esta familia y a mi dueño y decirles considérenme por favor un nuevo integrante de esta casa. Estoy a disposición de Uds. Reflejaré en mis hojas toda la expresión de mi amo lo que quiere decir y lo que no quiere decir he ahí la cuestión.
Mami, papi, seño mírenme un poquito cada día, la mirada de Uds es mi alimento, es mi oportunidad de decirles qué le está pasando a mi dueño, las cosas lindas, también de las otras y veremos que todo tiene arreglo.
Reconozco que tengo un pequeño rival, la libreta de comunicaciones. Antes, todo lo que había que comunicar lo decía yo pero luego, se separaron las aguas, pero la considero por otra parte una aliada y es como si estuviera pegada a mí. Todo lo que digan sus notas van a estar casi siempre relacionadas con mi contenido.
Por eso, en la quietud de la noche, cuando todos se van a dormir, piensen un poquito en mí, si me alimentaron con su mirada ... y sepan escuchar desde la mochila este ruego que les estoy enviando. Muchas gracias.
Soy la evolución de aquella pizarrita que llevaban tus bisabuelos a la escuela, allá por los años 30, pero qué pasaba: lo que se escribía se perdía, se borraba para hacer otro dibujo y para hacer otros escritos y no quedaba nada…, pero desde que nacimos nosotros, todo queda.
Bueno. Estoy en el estante de una librería de cualquier ciudad, de cualquier país. Todavía se oye el bullicio de las vacaciones, de las despreocupaciones, de estar sueltos, de estar en familia.
Miro a mis colegas que tengo al lado y pienso: Yo tengo la ventaja que me elijan primero porque por mi tapa impacto!. En ella colocaron al personaje del momento, ese que se ve en las revistas, en la tele, en el cine, que es un juguete, que está en las remeras, bueno, también está en mí.
“Comienzan las clases!”
Más que un aviso parece una sentencia y los papis corren a las librerías a comprar cosas para la escuela. Se inunda el negocio de mis futuros amigos y ahí estoy yo, expectante.
Hay un par de ojazos que me contemplan con embelezo y pienso: ¡Que la vendedora me ofrezca” (y que la mami acceda al pedido) y... se cumplió!
Estoy en la mochila listo para empezar.
Quisiera llegar en sueño a todos los integrantes de esta familia y a mi dueño y decirles considérenme por favor un nuevo integrante de esta casa. Estoy a disposición de Uds. Reflejaré en mis hojas toda la expresión de mi amo lo que quiere decir y lo que no quiere decir he ahí la cuestión.
Mami, papi, seño mírenme un poquito cada día, la mirada de Uds es mi alimento, es mi oportunidad de decirles qué le está pasando a mi dueño, las cosas lindas, también de las otras y veremos que todo tiene arreglo.
Reconozco que tengo un pequeño rival, la libreta de comunicaciones. Antes, todo lo que había que comunicar lo decía yo pero luego, se separaron las aguas, pero la considero por otra parte una aliada y es como si estuviera pegada a mí. Todo lo que digan sus notas van a estar casi siempre relacionadas con mi contenido.
Por eso, en la quietud de la noche, cuando todos se van a dormir, piensen un poquito en mí, si me alimentaron con su mirada ... y sepan escuchar desde la mochila este ruego que les estoy enviando. Muchas gracias.
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