jueves, 5 de marzo de 2009

El mandala personal



No hay quien no sea artista. La necesidad de expresión de cada ser humano es innata. Algunos tienen un talento especial, sin embargo en mayor o menor grado, la fuerza creativa nos pertenece a todos.

Cuando una persona está creando tiende a aislarse del mundo. El sistema nervioso actúa de este modo y activa un cierto estado de relajación. De este modo los problemas y las preocupaciones se dejan de lado y se produce un fluir del interior hacia el exterior. Se armoniza el ritmo cardíaco igual que el flujo sanguíneo y la respiración. Los resultados dependerán de cada uno.

Este es el mandala del Espíritu Santo, colócalo en tu hogar, oficina, donde te dicte el corazón. Emanará como todo mandala una energía de equilibrio y armonía.


· El mejor tema es hacer arte de la propia historia de vida con sus buenos momentos y de los otros.

· A medida que se profundizan los sentimientos, sueños, recuerdos, aumentan las posibilidades de un buen resultado.


· Hay que oscilar entre pensamientos y espontaneidad.

· Hay que dejar que la obra tome forme por sí misma.


· Sólo hay que contemplarla, sin críticas.

· A veces el proceso de creación trae momentos de frustración y rabia, en el fondo siempre es un acto de amor, de transmutación. Hay que tratar de descubrir en lo más íntimo el surgimiento de esa revelación de amor.


· Llevarlo y practicarlo en el mandala personal que es el diario vivir.

· Es bueno compartir con otras personas.

1 comentario:

Alicia Zárate dijo...

muy interesante la informacion de mandalas hace un tiempo que me dan ganas de pintar de dibijar figuras y pintarlas, por eso empece a leer mas acerca de los mandalas , mi color favorito es el morado,que significa?